Hace cientos de años, las llamas, como animal de carga, eran fundamentales para realizar viajes largos, en donde se recolectaba e intercambiaban productos como pescado, guano y hojas de coca.
De esta forma, los Likan Antai (o atacameños) caminaban por el desierto de Atacama realizando el llamado «caravaneo», una tarea primordial en sus vidas, que les permitía realizar trueques o intercambios de productos durante las migraciones. Todo a través de los valles de San Pedro de Atacama, y la majestuosidad del desierto más seco del mundo.
Sandra Flores, una atacameña de la zona, busca rescatar su cultura y mostrarla al mundo) a través de sus «Caminatas Ancestrales».
Cada viajero recibe, así, un poncho y una llama para sumergirse en una caminata por Coyo, a ocho kilómetros de San Pedro, en un paseo donde Sandra cuenta las costumbres y leyendas de su pueblo, mientras se disfruta del paisaje de San Pedro de Atacama.
Sandra inició primero su emprendimiento ligado a cabañas turísticas en este ayllu. Fue su marido quien le sugirió enriquecer la experiencia turística y ahí comenzó todo.
Gracias al boca a boca, a su perseverancia y a un proyecto Fosis pudieron construir corrales y mejorar el espacio. Amigos guías de turismo y alianzas con hoteles dieron el impulso final a las caravanas ancestrales, un orgullo de su comunidad.
Más info www.atacamaancestral.cl