Actual Monumento Histórico y de propiedad municipal desde el 2002, gracias a la adquisición previo pago de $60 millones a la familia Perucci, el Teatro Alhambra es símbolo del vecino puerto.
El 2003 fue restaurado para conservar su estilo español original. Para dos profesionales españoles, tuvieron la misión de capacitar a integrantes de la comuna para su remodelación, que en otra época fue epicentro de la actividad cultural de la comuna.
Según la historia, fue a fines del siglo XIX cuando llegan a Taltal dos hermanos, Rainiero y Ciriaco Perucci Romani. Rainiero acompañado de su esposa, doña Emilia Giacaglia, se encontraba embarazada de su primera hija, Francisca.
Ciriaco era zapatero y se instaló con una fábrica de zapatos. Rainiero, después del nacimiento de su hija se traslada al mineral El Guanaco. Luego de un tiempo en la pampa, regresa a Taltal y se hace cargo de la administración del Teatro Municipal de Taltal, el que se encontraba ubicado en calle Prat donde hoy está el edificio municipal. Al término de este contrato decide construir su propio teatro y comienza la idea de El Teatro Alhambra.
Una entrevista realizada a Alfredo Perucci para Revista del Museo Augusto Capdeville Rojas de Taltal; reveló que a fines de 1920 Taltal se aprontaba al anuncio que hiciera un empresario cinematográfico, míster Guillermo Bidwell, donde indicaba la llegada de un moderno teatro. Lamentablemente el proyecto no prosperó y fue su padre quien presentó los planos de este ambicioso proyecto al Alcalde José Antonio Guerra en junio de 1921.
La prensa local destacó el aparato cinematográfico marca Pathé Freres, de Paris. La primera función con este aparato se ofreció gratis y asistieron connotadas familias del puerto, chilenos y extranjeros.
La sala de espectáculos funcionó como biógrafo y escenario para varietés. La edificación es de pino oregón, el interior cuenta con pavimentos de cemento y mármol. Sus butacas originales eran de madera y fierro forjado.
En el tercer piso se encontraba la vivienda de los dueños, sobre el hall, la que se comunicaba interiormente con el teatro y el patio. El estilo arquitectónico era georgiano, como muchas de las salitreras. Su deterioro evidente obligó a cerrar sus puertas en el año 1980.